lunes, 17 de febrero de 2014

Prensa de partido

Por Luís Armando González
Publicado en Revista Contrapunto
La prensa de partido ha existido desde hace mucho tiempo. Se trata de una prensa identificada abiertamente con una institución partidaria –con la ideología, propuestas y estrategias de un partido político—, a la cual se promociona permanentemente, con el fin de fortalecerla, generarle adeptos y librar una “lucha ideológica” en contra de sus rivales políticos. No se trata, asimismo, de una mera afinidad ideológica –de lo cual no estáexenta la prensa no partidaria—, sino de una identificación plena, que se explica por la vinculación orgánica de la prensa de partido a una formación política determinada. 


En la actualidad, la expresión “prensa de partido” no se limita sólo a los periódicos
impresos –como sucedió en prácticamente la primera mitad del siglo XX— sino que incluye medios audiovisuales tradicionales (radio y televisión), así como publicaciones y sitios en Internet. Pero la intención es la misma: la prensa de partido de ahora, al igual que la del pasado, está expresamente al servicio de un partido político, y quiere ser reconocida por su identificación con el mismo. 

Se podrá o no estar de acuerdo, con la mencionada identificación, pero no con la legitimidad de la prensa de partido. Su contribución al debate ideológico es clave, al igual que lo es su papel como referente de lo que ofrece determinado partido a sus militantes, simpatizantes y ciudadanos en general. 

A diferencia de partido, la prensa no partidaria –aunque con afinidades políticas claras hacia la derecha, la izquierda o el centro derecha o el centro izquierda— no busca ser reconocida por su afinidad ideológico-política. Intenta posicionarse ante el público a partir de elaboraciones (noticiosas, de opinión) que abarquen en lo posible la diversidad de tendencias políticas, culturales y sociales. La prensa no partidaria, en otras palabras, trata de ser una prensa “profesional”, reservando su identificación política e ideológica a su sección editorial. En la medida que se acerca más a ese ideal, gana credibilidad, prestigio y respeto ante los diferentes sectores sociales. En la medida que se aleja, lo pierde. Y cuanto más se aleja, su descrédito social es mayor. 

¿Cuándo sucede eso? Cuando una prensa que se declara y se precia de su no partidismo –y se jacta de su profesionalismo— se convierte en vocera de un determinado partido político, pero pretende encubrir su actuación política ideológica con un manto de neutralidad, objetividad y profesionalismo. 

Todo su quehacer –informativo, de opinión, editorial— se pone al servicio de un partido, pero eso –hipócritamente—no se reconoce, sino todo lo contrario: se insiste en que se habla con la verdad para todos los ciudadanos. No es raro que cuando la prensa obra de esta manera termine por manipular aviesamente la realidad y, en definitiva, por mentir descaradamente. 

En nuestro país, El Diario de Hoy ha terminado irremediablemente en esa condición, con el subsiguiente descrédito social. La Prensa Gráfica ha sido errática en sus esfuerzos de ser una prensa no partidaria, pese a sus afinidades, legítimas, de derecha. En coyunturas políticas importantes La Prensa Gráfica ha perdido el norte del profesionalismo, con lo cual ha corrido el riesgo de diezmar el prestigio logrado en otros momentos. El papel de este periódico en la presente coyuntura, por lo menos hace un par de semanas, lo puso en el camino del desprestigio social por casi convertirse en la práctica en una prensa de partido. 

Por las razones que sean, el periódico ha dado un giro (tardío, por cierto) hacia la prudencia y el profesionalismo. Desde El Diario de Hoy no se ha hecho esperar los reclamos fuera de tono, como si quedarse solo en la abyección periodística no le cayera en gracia. Ningún periódico puede exigir a otro seguir sus mismas prácticas sucias y poco profesionales. En el caso de La Prensa Gráfica, sus lectores sí tenemos derecho a exigirle que cumpla con su lema de ofrecernos “noticias de verdad”, sin exclusiones y sin tergiversaciones.

2 comentarios:

  1. Eso es fácil de notar, mas sin embargo es difícil a mi parecer que esto desaparezca, aunque hay acciones que podrían mermar un poco esta situación.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con la publicación, ya que en nuestro país, El Diario de Hoy y la Prensa Gráfica son periódicos totalmente partidistas de derecha por mas que ellos y algunas personas digan que no (obviamente aquellos que también son derechistas). Personalmente, siento que el mayor problema radica en la falta de regulación de los medios de comunicación, aclarando que regulación no es lo mismo que coartar la libertad de expresión. Hoy en día en nuestro país, cualquier medio dice cualquier cosa (cierta, medio cierta o totalmente falsa) y mucha gente cree ciegamente lo que ve, lee o escucha en estos medios, por cuestión lógica, porque se supone que los medios nos están contando la noticia/mensaje tal cual es. Gracias a Dios, esta forma mediocre de recibir noticias/mensajes de parte de los medios de comunicación ha ido cambiando. Ahora, somos mas los receptores que somos críticos de lo que se nos cuenta, ya no creemos a la primera lo que se nos está contando y ese creo que es la principal tarea de todos nosotros como receptores. Medios como el Diario de Hoy y La Prensa Gráfica con notas muy amarillistas y muy tendenciosas lo único que hacen es perder su credibilidad.

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